Libro El Verano Que Nos Comimos La Luna PDF

Portada del Libro El Verano Que Nos Comimos La Luna

De todo mi panda, en verano sólo quedaba en el barrio de San Andrés RESTOS (Gao Li, Agustín Quintanilla, el Bolo, Chiqui y yo). Y porque los viajes dan mucho del mundo y el alcalde tomó el autobús gratuito el domingo, decidimos recorrer los distritos de la ciudad. Entonces conocimos a Celso. Y había, en el autobús que conduce, donde encontramos un periódico con una foto de Chester y esa espeluznante historia que tocó todos nuestros corazones. No sé si he dicho que Chester es un perro abusado y abandonado. Así que decidimos ir a buscarlo y hacer algo por él. En mi grupo de amigos, fuimos conocidos como LEFTOVERS. Li Gao, Augustin Quintanilla, el Bolo, Chiqui y yo. Los que estuvieron en nuestro barrio se quedaron en el de San Andrés durante el verano. Y porque viajar amplía la mente, y la mayor HAD hizo que el autobús libre los domingos, las afueras de la ciudad se convirtió en nuestro campamento de vacaciones. Así es como conocimos a Celso, y cómo, en el autobús que conducía encontramos la foto de Chesters en un periódico, junto con una historia que tocó nuestros corazones. ¿Mencioné Chester que era un perro abandonado? Decidimos ir a buscarlo, y cambiar para mejor Su Vida.


Marisa Lopez Soria



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De todo mi panda, en verano sólo quedaba en el barrio de San Andrés RESTOS (Gao Li, Agustín Quintanilla, el Bolo, Chiqui y yo). Y porque los viajes dan mucho del mundo y el alcalde tomó el autobús gratuito el domingo, decidimos recorrer los distritos de la ciudad. Entonces conocimos a Celso. Y había, en el autobús que conduce, donde encontramos un periódico con una foto de Chester y esa espeluznante historia que tocó todos nuestros corazones. No sé si he dicho que Chester es un perro abusado y abandonado. Así que decidimos ir a buscarlo y hacer algo por él. En mi grupo de amigos, fuimos conocidos como LEFTOVERS. Li Gao, Augustin Quintanilla, el Bolo, Chiqui y yo. Los que estuvieron en nuestro barrio se quedaron en el de San Andrés durante el verano. Y porque viajar amplía la mente, y la mayor HAD hizo que el autobús libre los domingos, las afueras de la ciudad se convirtió en nuestro campamento de vacaciones. Así es como conocimos a Celso, y cómo, en el autobús que conducía encontramos la foto de Chesters en un periódico, junto con una historia que tocó nuestros corazones. ¿Mencioné Chester que era un perro abandonado? Decidimos ir a buscarlo, y cambiar para mejor Su Vida. Descargar Libros PFD: El Verano Que Nos Comimos La Luna Gratis : El Verano Que Nos Comimos La Luna eBook Online ePub

  • NÂș de páginas: 176 págs.
  • Encuadernación: Tapa blanda
  • Editorial: EDEBE
  • Lengua: CASTELLANO
  • ISBN: 9788468301679
  • libros de
  • Literatura 9 a 12 años