Cuando nos separamos los bares hablamos de lo que el título en sí explica la ruptura sentimental. Ese puto infierno que todos hemos tenido que sufrir nunca: el conocimiento de que perjudicará a lugares comunes y dejar de lado si queremos avanzar, esos bares donde estábamos contentos y tenemos que dividir hasta no encontrarnos. Él habla sobre el difícil camino al olvido tenemos que pasar por las luces apagadas para alcanzar de nuevo reconstruir nuestras vidas y nuestro bienestar. Pero Teresa Mateo cae en el sentimentalismo o irritabilidad en el que es tan fácil de hacer cuando se habla de la angustia. No, se enfrenta a una multa poemas desencantados con humor, se ríe del dolor y ella misma, se distanció de su propia tristeza a golpearla, estrangularla, patadas.