El trabajo de Theodor W. Adorno y Max Horkheimer prueba representa un pensamiento radical dirigido a la recuperación, frente a una realidad cada vez más auto-idéntica, el poder negador de la teoría. Esta intención define un ejercicio intelectual lleno de implicaciones epistemológicas y políticas, que busca revitalizar la diferencia y el contacto entre razón y pensamiento en términos materialistas de categorías de sujetos y emancipación. La lucidez con que su ojo crítico mide los logros y las limitaciones del diagnóstico del proyecto de la Ilustración hace un elemento esencial del debate sobre la modernidad.