Las primeras generaciones de cristianos pertenecían plenamente a la religión judía, en cuyo libro sagrado, la Biblia, fueron la inspiración. El anuncio de las sinagogas Mesías Jesús no perdidas, por el contrario, los presentó como fieles hijos de la promesa de Dios a Abraham. Convencido de la inminencia del fin del mundo, algunos cristianos argumentaron que los paganos, muchos de los cuales frecuentaban y sinagogas como partidarios, deben ser admitidos dentro del pueblo elegido, sin pasar por la circuncisión. Pablo de Tarso fue el campeón de este renovado el judaísmo, el cual fue recibido con entusiasmo en los círculos de Israel más sensibles a las profecías universalistas. La innovadora propuesta fue rechazada por el judaísmo ortodoxo, en particular la de Palestina, así como algunos grupos de seguidores del Mesías Jesús. Todos los primeros escritos cristianos, el Nuevo Testamento, son obras escritas desde dentro de la religión judía. Entre finales del siglo primero y principios del siglo II secta cristiana separada de la sinagoga y se estableció en la iglesia, conservando, sin embargo, el libro sagrado de Israel.
El Imperio Romano tuvo que luchar sin descanso contra los rebeldes judíos que, inspirado por las hazañas de los Macabeos, buscaba liberar a la tierra de Israel del yugo extranjero. Uno de estos sediciosos fue el galileo Jesús de Nazareth, arrestado y crucificado por Poncio Pilato. La figura de Jesús se dirigió inmediatamente en un ciclo legendario que lo haría un maestro, un trabajador del milagro, un profeta del Mesías, el Mesías mismo, y después, el Hijo de Dios. La gran mayoría de los trabajos dedicados a Jesús se mueve en el ámbito de aplicación de estas creencias, aceptando como personaje histórico presentado por el mito y la leyenda. la crítica histórica secular, a través de un riguroso examen de los documentos, permite delimitar los elementos míticos, legendarios creaciones y hechos verificables, poniendo a Jesús en su verdadero contexto, que es la lucha armada contra los romanos. Esta misma crítica histórica ha identificado con Jesús la gran figura de su hermano James, el verdadero fundador y líder de la primera comunidad cristiana de Jerusalén, carácter leyenda cristiana ortodoxa trató de esconderse debajo de una cortina de humo y que los documentos corrientes marginales, en particular las fuentes coptas , devolverlos a su lugar correcto. Este libro analiza todos los documentos cristianos, Judios y paganos con respecto a Jesús, y por medio de criterios rigurosos trata de rescatar los datos que establecerán una imagen plausible de Jesús de la historia, libre de la contaminación de las creencias y leyendas. Trabajo sin duda controvertido, pero difícilmente cuestionable a la luz de los antecedentes históricos, la mano de un especialista de talla internacional.