Nuestra percepción interna del cuerpo influye en nuestra relación con el trabajo, el espacio, el tiempo, la gente que nos rodea, la forma de vestir, el idioma, la comida o la sexualidad. Se acepta cada vez más la idea de que, al igual que la mente y su estructura emocional determinan la forma y la salud de nuestro cuerpo, al igual que nuestra organización física influye en nuestro pensamiento y emociones. Einstein y sostuvo que "tenemos que pensar con los sentimientos de los músculos". Este trabajo nos invita no sólo a la mente limitar nuestra capacidad de pensamiento y el desarrollo de la realidad, sino que le damos a nuestro cuerpo el poder de pensar. texto avanzado desde el punto de vista teórico explicativo, accesible y lleno de ejemplos prácticos y anécdotas.