Un paseo agridulce a través de la fugacidad de la juventud, una "educación sentimental", ambientada en una ciudad húmeda -Santiago- y protagonizada por tres personajes: Paula, que tiene todos los defectos de la iluminación con el grado exacto de la depravación y la des
El forastero llega a Fronde un mes antes del Corpus Christi. Se acerca caminando con un maletín y un traje. Parece que estás buscando algo. Ese día el cielo brilla, pero una pequeña sombra comienza a crecer en las calles, en los dos únicos hijos del pueblo, en la posada, en el peluquero, en la camarera del bar y en el círculo de cotilleos desdibujados a las puertas de las casas. Nadie se las arregla para ver cómo esa sombra que mora en cada uno se expande, cada semana, para levantar su oscuridad sobre el pueblo, la fiesta de Corpus Christi, en lo alto del cielo, exigiendo el fin del sacrificio inevitable para sus vuelos diarios.
Domingo, 7 de marzo. Gran Vía simulando el brillo del sol que todo el mundo piensa. Y en este momento algo se está gestando, insinúa un demonio interior, pero casi nadie sabe de su manera tranquila. ¿Cuántas personas sabían entonces qué venía? Probablemente sólo un puñado de personas, quince hombres ?, ¿dos mujeres? Una historia de amor eterno e imposible, un joven periodista, un decorador iluminado, un niño solo, perroflautas, mendigos, estudiantes, un ex jugador para quien el fútbol es una metáfora global, un astrólogo lleno de presagios elusivos, un albañil africano nostálgicamente, un Viejo sindicalista que creía que Franco y su hermana ciega, convencidos de que Madrid es un Aleph en miniatura ... y finalmente, Jusef Ahmed, una pistola en el bolsillo, contra su destino y contra todos, en cuyas manos se salvará el mundo. Blanca Riestra nos da un blues melancólico y rítmicamente repetitivo que explora la amarga soledad, los sueños frustrados, la evanescencia del tiempo, pero también la inexplicable armonía de las cosas, picante e injusta, efervescente. Con un estilo anafórico y una prosa lírica de extrema belleza, compone una galería de personajes coloridos que viven, sobreviven y no pueden hacer lo suficiente por las sombras de la gran colmena. Personajes sin historia, víctimas del destino, y sin embargo nada en común, en una ciudad construida sobre la cabeza de un alfiler entona una sinfonía coral de amor y muerte, y también de esperanza. Porque un hombre es todo hombre.
Blanca Riestra nos da en la noche chupa una novela circular en la que una serie de personajes erráticos se buscan y no se encuentran mientras vagando por las calles bordeadas de luces de neón. Con golpes cortos, nos sumerge en sus vidas alienadas, solitarias, sin dormir, en Albuquerque, un embudo, todo aspirado en la oscuridad de la noche. Con reminiscencias de Barnes, Bolaño, Ford y Dos Passos, el autor resume su visión de la novela total, bosque novel, en un expresionista Albuquerque sucio realismo que entona su triste balada como la voz de las voces, el eje del carácter de las experiencias entrecruzadas mendigos, Indios navajos, inválidos de guerra, adictos a la televenta y viejos poetas que esperan la muerte. La noche cae en Albuquerque.
Detenido como autor de un crimen, un joven bohemio y condenado poeta, José Manuel Vilano recuerda su vida en su confesión ante el juez. Sin embargo, Todo toma tiempo es mucho más que la historia del crimen y su correspondiente intriga. El amor y la locura, la pasión del amor y el odio, la riqueza y la marginación, el sexo y la muerte son los temas principales de esta emocionante novela que toma la ciudad de Madrid como escenario increíble.
Felicidades todas las escarbadas clandestinas en riachuelos cubos olorosos jazz pilas de escombros que se escapa de un coche en bailén la sonrisa de un hombre enamorado se cortó afeitado en el espejo con un yeso en la mejilla salta un poco no tiene precio He visto
Cuando llegó a París, la ciudad había dejado de ser una fiesta para convertirse en un espléndido relleno sanitario. Todos vinieron a París huyendo de ellos mismos, así que inevitablemente París fue la ciudad en la que todos terminan reunidos. Y es que todas las ciudades son la misma ciudad y una casa ocupada en la Place de la Bourse puede establecerse como una metáfora para el mundo. "La canción de Cherry" es una historia sobre el aprendizaje de la vida, el descubrimiento del amor y la búsqueda de la felicidad. La segunda novela de Blanca Riestra nos enseña que, en materia de sentimientos, no hay mucho que enseñar, pero al mismo tiempo, incansablemente mordaz, pero comprometida con el tiempo incrédulo e irónico y siempre sorprendente. Después de todo, como dijo Cioran y pronto descubirá al joven protagonista, "toda lucidez no es nada más que la conciencia de una pérdida". "La canción de la cereza", que ganó el VI Premio Jóvenes Ateneo de Sevilla, confirma a Blanca Riestra como una de las voces más originales de la reciente narrativa española.